Ricardo Lombana se inclinó por una Constituyente incluyente en la que se instaure un sistema de justicia que ponga tras las rejas a quien se requiera. Habló sobre la reforma al poder Legislativo y criticó los escándalos de corrupción que de ahí han surgido. Insistió en que no hará nombramientos políticos o botellas.

Enseguida tomó la palabra Marco Ameglio quien dijo que reformará la Carta Magna con una ‘revolución' a través de un pacto nacional. Defendió que los cambios deben ser acordados antes, y protegió el capítulo del Canal de Panamá para que no sea modificado. Promovió un Ejecutivo más participativo, sin reino quinquenal.

El sindicalista Saúl Méndez prefirió una constituyente originaria en la que participen todos los sectores de la sociedad. Dijo que los diputados no tendrían la capacidad de cambiar lo que actualmente les beneficia y sugirió que éstos paguen sus teléfonos, combustible y electricidad. Añadió que promoverá que el delito de corrupción como uno que no prescriba y que se califique como de lesa humanidad.

Ana Matilde Gómez prefiere una constituyente originaria que permita reformar las instituciones y se ‘elimine la relación perversa entre diputados y magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ)'. Sugirió la creación de un Tribunal Constitucional, un Consejo Nacional de la Judicatura y cambiar la forma de nombrar a los magistrados de la Corte.

Rómulo Roux pidió cambios puntuales a la constitución a través de dos Asambleas sin generar un trauma a la economía, entre ellos la escogencia de los magistrados a la CSJ, mayor transparencia, independencia de poderes y llevar adelante el compromiso por la transparencia. Dichas modificaciones las hará en los primeros 6 meses de gobierno.

Por su parte Laurentino Cortizo se comprometió a hacer cambios basado en el documento que saldrá de la mesa nacional de Concertación y someterlo a dos Asambleas. De no pasar, prometió una constituyente paralela. Dijo que este método no generará traumas en la economía y señaló tres títulos de la Carta Magna que requieren cambios.

Por su parte José Blandón dijo estar convencido de que la primera semana de julio llamará a una Constituyente, indicó que el pueblo es quien debe participar en este proceso. Enfatizó que los cambios deben ser profundos, entre ellos, eliminar los suplentes de los diputados, y defendió la participación ciudadana en las consultas que ha efectuado como Alcalde capitalino.