Muerte prematura, ¿es prevenible?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tocado el campanazo del riesgo de no hacer nada ante la crisis de las enfermedades no transmisibles (ENT)

17 julio 2018 |

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tocado el campanazo del riesgo de no hacer nada ante la crisis de las enfermedades no transmisibles (ENT) -mejor el término enfermedades de transmisión social-. Estas enfermedades crean un círculo vicioso que aumenta la pobreza, el aislamiento, la discriminación, la migración y la baja productividad.

Estas enfermedades básicamente son cuatro: cardiovasculares, respiratorias, cáncer y diabetes. Todas son, en gran medida, prevenibles con la intervención conjunta de los gobiernos y la población. Se deben atacar primordialmente los factores de riesgo más importantes, a saber: tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, dietas malsanas, obesidad y sedentarismo. Esto es importante para lograr el compromiso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que consiste en reducir en 33% las muertes prematuras por estas enfermedades.

Las enfermedades de transmisión social no solo afectan a gran parte de la población, sino que su tratamiento consume alrededor del 70% del presupuesto en salud. Esto ya no es sostenible en los países de ingresos bajos y medios bajos y representa un riesgo muy alto en los países de ingresos medios altos (donde está Panamá).

Aunque las estrategias a tomar son diferentes en cada país, existen medidas transversales que pueden adoptarse globalmente, como el convenio marco para el control del tabaco, la estrategia mundial para régimen alimentario y la estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol. Sin embargo, para que estas medidas tengan éxito es fundamental la participación activa de la sociedad. Es decir, las personas deben hacerse responsables de su salud. Las personas deben controlarse la presión arterial, el azúcar en la sangre, hacer ejercicios diariamente y tener una dieta baja en grasas y carbohidratos. Hay que comer para vivir y no vivir para comer.

En Panamá se han adelantado muchas de estas políticas, pero tenemos que comprender que estas acciones no producen resultados inmediatamente, pero seguro a mediano plazo tendremos una buena historia que contar.

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