Jornada sangrienta en Birmania

La jornada del miércoles fue "la más sangrienta" registrada en Birmania desde el golpe de Estado del 1 de febrero.

04 marzo 2021 |

Al menos 38 manifestantes prodemocracia murieron el miércoles en Birmania a manos de las fuerzas de seguridad, que siguen usando munición real para reprimir estas protestas, en una espiral de violencia tras el golpe de Estado militar en el país.

La emisaria de la ONU para Birmania, Christine Schraner Burgener, declaró:

"Tuve una discusión con el ejército y les advertí de que los Estados miembro y el Consejo de Seguridad podrían tomar medidas enormes y fuertes".
Tras disparar gases lacrimógenos y balas de goma, las fuerzas de seguridad volvieron a recurrir a las armas de fuego para dispersar las concentraciones de opositores en Rangún, la capital económica, además de ciudades como Monywa, Mandalay o Myingyan.

Cuando los periodistas le preguntaron sobre las condiciones impuestas por los militares para una posible visita suya a Birmania, que la ONU reclama desde hace un mes, Schraner respondió que le habían dicho que sería bienvenida, pero no ahora, ya que antes debían resolver algunos problemas.

Con cortes de internet, un refuerzo del arsenal represivo y olas de detenciones, la junta militar está resuelta a asfixiar a sus detractores desde el golpe de Estado que derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi.

Los birmanos siguen, pese a todo, saliendo a las calles para reclamar la marcha de los generales golpistas y la liberación de cientos de detenidos encarcelados en las últimas semanas.

La situación es muy tensa en Rangún, la capital económica, donde 6 manifestantes perdieron la vida, según un socorrista y un periodista local.

En cuatro ciudades del centro muerieron al menos 11 manifestantes, incluyendo 2 en Mandalay y 7 en Monywa, según fuentes médicas.

La jornada del domingo también fue especialmente mortal con al menos 18 manifestantes fallecidos, según Naciones Unidas.

Una de las víctimas fue enterrada este miércoles. Cientos de personas cantaron: ¡¡ La democracia es nuestra causa !!, alrededor del ataúd cubierto con flores.

Al expresidente de la República, Win Myint, que ya fue acusado de no respetar las restricciones vinculadas con la pandemia, se le acusa ahora de violar la Constitución, indicó a la AFP su abogado Khin Maung Zaw.

Aung San Suu Kyi, que continúa detenida en un lugar secreto, enfrenta cuatro cargos, entre ellos "incitación a desórdenes públicos".

6 periodistas birmanos, entre ellos el fotógrafo de la agencia estadounidense The Associated Press (AP) Thein Zaw, fueron acusados de violar una ley de orden público recientemente modificada por la junta, según su abogado.

Los seis hombres, que se enfrentan a hasta tres años de prisión, están en la tristemente célebre prisión de Insein, en Rangún, donde muchos presos políticos cumplieron largas condenas bajo anteriores dictaduras.

Incluso el embajador birmano en Naciones Unidas, Kyaw Moe Tun, rompió con los generales la semana pasada, llamando a "poner fin al golpe de Estado".

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