Ventanas blindadas y pintura de alta calidad para la presidencia de la República

El tenor del contrato que fue realizado a través del procedimiento excepcional, lleva el número de acto 2019-0-3-0-08-PE-036616 y fue publicado el 22 de octubre pasado en el portal Panama Compra.

Ahora bien, de ese total anunciado el primer párrafo, se tiene estipulado utilizar 708 mil dólares para remodelar la oficina del mandatario Laurentino Cortizo.

Según la información que reposa en el contrato entre el Estado y Constructora AFGP, S.A., se destinarán unos 50 mil dólares para instalar ventanas y vidrios blindados en el despacho privado del gobernante que fue elegido en mayo pasado con el 33% de los votos del electorado panameño.

Para esa misma oficina también se ha destinado el uso de 52 mil dólares en la compra de mobiliario, o sea, muebles y artículos similares.

Pero hay más. En el espacio que alberga la oficina de Yazmín Cohen de Cortizo, la primera dama de la República, se llevarán a cabo trabajos de restauración que costarán unos 286 mil dólares.

De esa cantidad, unos 80 mil dólares se gastarán en la compra de muebles de oficina. Otros 40 mil dólares son para mobiliario de la sala de recepción del despacho de la primera dama.

En tanto que, la oficina del vicepresidente José Gabriel Carrizo, también será reparada. Ahí se invertirán 217 mil dólares. De ese dinero, 60 mil son para cambio de mobiliario.

Para esa misma oficina y la de la primera dama se destinaron 50 mil dólares en pintuta "de más alta calidad", según el pliego de peticiones del contrato. Cada galón de pntura con esa especificacón, cuesta en el mercado alrededor de 110 dólares cada uno.

También se detalla que otros 45 mil dólares deben ser usados en "trabajos en horarios extendidos" y unos 41 mil en la reparación de pasillos y otras salas de espera.

Por último, hay un renglón donde habla de la inversión de 6 mil dólares en el retiro de escombros.

A las críticas, el jefe del Ejecutivo reaccionó. Dijo que no se trata de un lujo, sino de acomodar el desorden que dejó la pasada administración y de darle valor a un edificio de importancia histórica y política.

"La presidencia no es mi casa, es la casa de todos... cuando nosotros llegamos, encontramos una serie de daños que se tienen que arreglar. Por ejemplo, el nivel de bacterias que había en el despacho del presidente, el tema de las filtraciones de agua, el tema de polillas, el tema de otras situaciones que no vale la pena mencionar", expresó el gobernante que prometió en campaña llevar un gobierno de austeridad.