Guna Yala

Coordinadora indígena emplaza a Cortizo

Reiteraron su respaldo y participación activa en las manifestaciones de los diferentes movimientos y gremios sociales

13 julio 2022 |

Piden que se nombre una comisión de alto nivel que los atienda.

Las autoridades tradicionales de los pueblos originarios, miembros de la Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP), en rueda de prensa, expresaron su descontento por “la falta de voluntad” del presidente de la República Laurentino Cortizo de reunirse con ellos, a pesar de las múltiples cartas y solicitudes.

Marcelo Guerra, presidente de la COONAPIP, dijo que era muy desafortunada la forma como el ejecutivo ha tratado a los indígenas, sin ninguna respuesta a sus demandas principales como la titulación de tierras colectivas, el desalojo de colonos e invasores a sus territorios, la incapacidad de controlar la tala ilegal e indiscriminada de sus bosques y el incumplimiento del fallo de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos que favorece al territorio Madungandí y Emberá de Alto Bayano.

“Le habíamos dado un mes de plazo al ejecutivo para que se reúna con nosotros, ese plazo culmina el próximo 20 de julio, si de aquí a esa fecha no hay un llamado o acercamiento de la presidencia para ventilar estos y otros temas, sencillamente nos veremos obligados a llevar a cabo una protesta nacional con diversas acciones de calle, en cada uno de los 7 pueblos y 12 congresos y consejos donde estamos distribuidos en todo el país”, destacó Guerra.

En tanto, Rengifo Navas, cacique del territorio Guna Yala, dijo que la paciencia de los pueblos indígenas también tiene sus límites, y no puede seguir esperando una reunión que parece no importarle al Ejecutivo, y el llamado es para que recapacite y cumpla sus promesas con los pueblos originarios.

“Hemos indicado claramente porqué nos urge reunirnos con el presidente Cortizo, su equipo de trabajo que debe atender los temas territoriales no han sido capaces de resolver, y aún más, han hecho caso omiso a nuestro llamado, y cada vez envían a personas sin jurisdicción ni mando, sencillamente en acto de burla a nuestros pueblos y eso no lo vamos a permitir más”, sostuvo Navas.

Por su parte, Aulina Ismare, cacica del territorio nacional Wounaan, reiteró que la única forma de suspender las acciones de fuerza por parte de los pueblos originarios es que, de una vez por toda, el Ejecutivo tome la decisión y la voluntad de conversar con las autoridades tradicionales y llegue a acuerdos positivos que por tanto tiempo han esperado.

“Parece que el gobierno nacional no entiende otra forma de actuar con los pueblos indígenas y el irrespeto y la burla están a la orden del día cuando se trata de cumplir con los compromisos que atañen a los pueblos indígenas, nos sentimos discriminados por este gobierno, por este Presidente, y tomaremos nuestras acciones”, argumentó la dirigente Wounaan.

Finalmente, Carlos Gil, cacique de la tierra colectiva Emberá de Alto Bayano, manifestó que los pueblos indígenas han sido muy pacientes y han estado esperando pacíficamente ser atendidos por el presidente Cortizo y su gabinete, pero ya no pueden continuar con esta indiferencia del Estado sobre los temas puntuales que les afecta.

“Presidente Cortizo, así como usted se ha reunido con diferentes gremios, asociaciones, sindicatos, grupos sociales, tome un momento y reúnase igualmente con nosotros, escúchenos, instale una comisión de alto nivel bajo su liderazgo y juntos busquemos una solución a nuestras peticiones, tiene oportunidad de evitar una protesta mayor con nuestros pueblos, esperamos hasta el 20 de julio por ese acercamiento y conversación”, sentenció Carlos Gil.

Las autoridades tradicionales reiteraron su respaldo y participación activa en las manifestaciones de los diferentes movimientos y gremios sociales que hoy exigen que se baje el costo de la canasta básica familiar, el alto costo del combustible, el alto costo de los medicamentos, las respuestas a los temas de salud y educación, los cuales igualmente, afectan la situación socioeconómica de todos los pueblos originarios del país.

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Presentación

GUNA-YALA


Guna Yala es una comarca indígena en Panamá, habitada por la etnia Guna. Antiguamente la comarca se llamaba San Blas hasta 1998 y Kuna Yala hasta 2010. Su capital es Gairgirgordub. Limita al norte con el mar Caribe, al sur con la provincia de Darién y la comarca Emberá Wounnan, al este con Colombia y al oeste con la provincia de Colón.

El área fue formalmente conocida como San Blas, junto con el nombre autóctono de Kuna Yala, pero se cambió en octubre de 2011 cuando el Gobierno de Panamá reconoció la afirmación del pueblo Guna que en su lengua materna no existía el fonema para la letra "K", y que el nombre oficial debería ser "Guna Yala". Guna Yala en lengua guna significa "Tierra Guna" o "Montaña Guna".

Mediante ley del 4 de junio de 1870, de Colombia, fue creada la Comarca Tulenega,​ que incluía además del actual territorio de la Comarca Guna Yala, el de varias de las comunidades de la comarca de Wargandí, como Mortí, Asnadi y Sogubdi, así como también el de comunidades de la comarca de Madugandí, como Tiuarsicuá, y las comunidades Guna de Colombia, como Tanela y Arquía. La extensión territorial de la Comarca Tulenega abarcaba desde la provincia de Colón llegando hasta el golfo de Urabá, Colombia. La jefatura de gobierno de la comarca era ejercida por un comisario general, nombrado por el gobierno central. La ley reconocía además a los Guna, la propiedad de la tierra en la Comarca.

Tras la separación de Panamá en 1903, fue completamente desconocida la Ley de 1870, y además, el territorio de la anterior comarca, quedó dividido de hecho, en dos partes: la parte mayoritaria quedó en la nueva nación panameña, mientras que una pequeña porción quedó en Colombia.

La suspensión de la comarca, las concesiones bananeras, la incursiones de personas ajenas al pueblo Guna en busca de oro, caucho, tortugas marinas y los abusos de la policía colonial causaron gran descontento entre los nativos y provocaron, el 21 de febrero de 1925, la Revolución Guna, dirigida por el Cacique Olokintipipilele (Simral Colman) de la Comunidad de Ailigandi donde se gesto toda la revolución Kuna de 1925 , adicional apoyado por el Saila Nele Kantule de la localidad de Ustupu quien fue su Secretario y Vocero así mismo el Saila Olonibiquinya de Carti.

El tratado de paz posterior, estableció el compromiso del gobierno de Panamá de proteger los usos y costumbres Gunas. Los Gunas a su vez, aceptaban el desarrollo del sistema escolar oficial en las islas. La brigada policial sería expulsada del territorio indígena y todos los prisioneros liberados. Las negociaciones que pusieron fin al conflicto armado, constituyeron un primer paso para establecer el estatus de autonomía de los Guna y recuperar la cultura que se estaba perdiendo.

Actualmente, de acuerdo con el fallo de la Corte Suprema de Justicia, del 23 de marzo de 2001, las Comarcas tienen una organización político-administrativa distinta e independiente a la de los Distritos y Corregimientos. Las Comarcas se rigen de acuerdo a las instituciones especiales propias; y según resolución de Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, del 6 de diciembre de 2000, una de las instituciones es el consentimiento de los pueblos indígenas en los proyectos que pretendan desarrollarse en sus territorios.

La estructura gubernamental de Guna Yala es definida en la Ley Orgánica 16 de 1953. El Congreso General Guna es la máxima autoridad política de Guna Yala, consiste en representantes de todas las comunidades de Guna Yala y se reúnen dos veces al año. Los votos son tomados por cada sagla de la comunidad.

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