DIPUTADOS INSPECCIONAN CENTROS DE REHABILITACIÓN FEMENINOS

Una subcomisión de la Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia realizó una gira de trabajo por cuatro centros de rehabilitación femenino con el objetivo de conocer las condiciones de las privadas de libertad.

11 mayo 2021 |

La instancia legislativa pudo conocer que, en todos los centros visitados la mora judicial, el seguimiento de sus procesos, la falta de organización el tema de educación, son las principales quejas de las internas.

En el centro de Rehabilitación Nueva Esperanza (Colón), las internas denunciaron que los alimentos los reciben en tanques, para luego repartirlos, muchas veces en mal estado. Al igual que en el centro Cecilia Orillac de Chiari, donde las reclusas afirman que la comida no alcanza para toda la población detenida y las porciones son mínimas, lo que las hace más propensas a las enfermedades por la mala alimentación.

La sobrepoblación y el hacinamiento es un tema que se repite en todos los centros de rehabilitación visitados, además de la falta de servicios médicos como: ginecología, odontología y psiquiatría, entre otras. Las internas solicitan un médico de planta y menos demora en la entrega de sus medicamentos.

En la provincia de Chiriquí, el centro de rehabilitación femenino Los Algarrobos, la infraestructura que se utiliza como cárcel está en malas condiciones, con problemas de electricidad y agua potable; se quejan que solo se le suministran dos comidas al día y dos horas para salir al patio.

Aunque el problema se repite en todos los centros, en el penitenciario de Llano Marín en Penonomé, las privadas de libertad gozan de ciertos beneficios, al poder desarrollar actividades al aire libre tales como: viveros, avicultura, acuicultura, sembradío de maíz, arroz, frijoles, talleres de costura y belleza, entre otros.

En la gira de trabajo de la subcomisión, presidida por la diputada Zulay Rodríguez, Walkiria Chandler y Génesis Arjona, también participaron los parlamentarios Everardo Concepción, Ana Gisselle Rosas, Daniel Ramos, Ana Irene Delgado y Berta Moreno quienes se comprometieron a ofrecerles una calidad de vida más humana.

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