El valor de la educación virtual, hoy más reconocido durante el COVID-19 en Panamá

Definitivamente el 2020 nos ha cambiado la vida, con la aparición del Covid-19 en el mundo, la humanidad también ha comprendido que la tecnología es la herramienta que habilita todo, que pasó de ser una alternativa a una necesidad en todos los sectores.

01 abril 2020 |

Aunque lamentablemente internet aún no llega a todas partes, abriendo brechas a desigualdades sociales, queda evidenciado que la tecnología es necesaria para educar a la humanidad cuando hay escenarios de crisis como el que vivimos por el Coronavirus.

Ejemplos locales evidentes que se reconocen son plataformas como Ayudinga, que está aportando de manera exitosa el proceso de enseñanza y aprendizaje de forma virtual a estudiantes y docentes como herramientas óptimas para continuar la educación de nuestras generaciones en tiempos de crisis sanitaria.

Tras las medidas tomadas por Panamá y diferentes gobiernos del mundo para contener la propagación de Covid-19, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), llamó a que la mitad de los estudiantes del mundo no asistan a sus clases en la escuela o la universidad.

Esto pone en el tapete la importancia de que las autoridades analicen sus sistemas educativos, tanto en la educación pre-media, media y superior, puesto que la virtualización es clave para contingencias e ir un paso adelantado en los cambios que la globalización demanda.

Según Unesco, hasta el momento, 102 países mantienen totalmente cerrado su sistema educativo y otros 11 han impuesto cierres locales para frenar el avance de la pandemia.

Para la Asociación de Universidades Particulares de Panamá (AUPPA), el COVID-19 nos resalta el gran valor de la educación virtual y cómo se abre paso para generar cambios en los procesos evolutivos en los métodos de enseñanza. La educación virtual gana terreno y mucho antes de que se desatará la pandemia, existen universidades en el mundo y en Panamá, que miran el futuro y se adelantaron a emplear le enseñanza virtual y la automatización de los procesos como el método eficiente de una generación, que entiende que la revolución de la tecnología dirige los nuevos modelos de educación.

La revolución del conocimiento emplea una dinámica cada vez más sistemática y evolutiva derivado de un proceso tecnológico, que orientan nuevos modelos de negocios y la apertura de nuevas profesiones.

Con la contingencia generada por el COVID-19, las empresas e inclusive las Instituciones del Estado, han tenido que abrazar la virtualidad a pesar de la resistencia que han tenido por años a este tipo de modalidad tecnológica. Hoy no se cuestiona si lo hago virtual o no, se cuestiona si tienes la capacidad de hacerlo y ofreces tu servicio, esta es una necesidad que debemos reconocer.

La educación virtual nació como una estrategia que permite dinamizar y flexibilizar los procesos de enseñanza – aprendizaje, y es preciso su análisis en el momento en que Panamá como sociedad coincide que la educación requiere una actualización y tiene que romper las barreras económicas, que provocan la deserción estudiantil en muchas partes del mundo.

Panamá no será la misma después de COVID19, no por sus impactos actuales pues sabemos que superaremos las circunstancias, sino porque ha descubierto un mundo asombroso que no se había permitido conocer: La educación virtual, los espacios digitales de interacción para el trabajo y los procesos en línea. Hemos descubierto que existe eficiencia, efectividad, ahorro y mucha precisión en los objetivos cuando están impactados por la transformación digital.

En este sentido confiamos que nuestra actual legislación, así como nuestras Instituciones reguladoras y gubernamentales, propendan por mantener esta dinámica que nos permita estar cada vez más preparados siendo, a través de una decisión de Estado, en facilitar y motivar que las Instituciones de Educación superior, fortalezcamos y perfeccionemos, la educación virtual.

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