Nobel de Medicina de 2020 a los descubridores del virus de la hepatitis C por ayudar a salvar “millones de vidas"

El Instituto Karolinska ha reconocido el trabajo de los virólogos estadounidenses Harvey J. Alter y Charles M. Rice y el británico Michael Houghton

06 octubre 2020 |

Dos científicos estadounidenses, Harvey J. Alter y Charles M. Rice, y uno británico, Michael Houghton, han ganado este lunes el premio Nobel de Medicina de 2020 por el descubrimiento del virus de la hepatitis C, según ha anunciado el jurado del Instituto Karolinska de Estocolmo, responsable del galardón. La de la hepatitis C es una de las historias con un final más feliz de la ciencia moderna. Antes de los avances de Alter, Rice y Houghton, se conocían los virus de las hepatitis A y B, pero la mayoría de los casos originados por transfusiones sanguíneas permanecían sin explicación, según ha destacado el jurado. “El descubrimiento del virus de la hepatitis C reveló la causa de los casos de hepatitis crónica restantes e hizo posible analizar la sangre y desarrollar nuevos medicamentos que han salvado millones de vidas”, han proclamado los científicos del Instituto Karolinska.

Aunque el alcoholismo y otros factores también provocan hepatitis, las principales causas de inflamación del hígado son los virus. El virus de la hepatitis A genera una forma aguda de la enfermedad y, generalmente, se transmite por agua o alimentos contaminados. Las hepatitis surgidas tras el contacto con sangre ajena —causadas por los virus B y C— suelen ser crónicas y, si no se tratan, pueden degenerar en cirrosis o incluso en cáncer. El médico estadounidense Baruch Blumberg ya ganó el Nobel de Medicina de 1976 por descubrir el virus de la hepatitis B en 1965.

El virólogo Harvey J. Alter (Nueva York, 1935) y sus colegas de los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU se percataron a finales de la década de 1970 de que, pese a los análisis de sangre para descartar muestras infectadas por los virus de las hepatitis A y B, había pacientes que seguían sufriendo la inflamación de sus hígados tras recibir una transfusión sanguínea. Sus experimentos pioneros demostraron que la sangre de estos pacientes con hepatitis crónica transmitía la misma enfermedad a los chimpancés. La comunidad científica empezó a referirse a ese enigmático trastorno como “hepatitis no A y no B”. Todo apuntaba a que el culpable era un virus desconocido.

Tras una década sin resultados, el virólogo británico Michael Houghton logró en 1989 aislar la secuencia genética del virus en la sangre de chimpancés infectados en los laboratorios de la empresa farmacéutica estadounidense Chiron. El virus pertenecía a la familia de los flavivirus, como los del dengue y el zika. Lo bautizaron virus de la hepatitis C. El virólogo Charles M. Rice (Sacramento, 1952) completó la investigación en la Universidad Washington en San Luis, al aportar la prueba definitiva de que el virus provocaba hepatitis, mediante nuevos experimentos en chimpancés. Alter, Rice y Houghton compartirán ahora los 10 millones de coronas suecas del Nobel, unos 950.000 euros. Con ellos tres, 222 investigadores —el 95%, hombres— han sido reconocidos desde 1901 con este premio en la categoría de Medicina.

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