Nahir Lorenzetti, la youtuber que consiguió que sus seguidores le pagaran su alquiler

La joven argentina pidió ayuda por redes sociales y en menos de 24 horas obtuvo el dinero

20 enero 2022 |

Hace una semana causó polémica en Argentina el caso de Nahir Lorenzetti, una youtuber que le pidió a sus miles de seguidores dinero para poder pagar el alquiler de su departamento. En menos de 24 horas, la joven había recaudado el dinero con las contribuciones de sus fans. ¿Fue ético lo ocurrido?
Bajo el nombre de Asadodefaso, Nahir, de 26 años de edad, publica videos en YouTube desde hace tres años para hacer comentarios personales y transgresores sobre diversos aspectos de la vida, una fórmula sencilla que le ha bastado para acumular más de 90 mil seguidores en esta plataforma.

A causa de las denuncias de usuarios por contenido inapropiado, Nahir presuntamente fue vetada de YouTube, perdiendo así su principal fuente de ingresos (si alguna vez fue vetada, su cuenta parece que ya fue reactivada).

Por este motivo, la joven originaria de Rosario reveló en sus historias de Instagram que le hacían falta 25 mil pesos argentinos (cerca de 5 mil pesos mexicanos) para completar el pago de la renta de su departamento. A través de este medio, Nahir compartió un número de cuenta para recibir transferencias bancarias.

En menos de 24 horas la joven había reunido el monto que le hacía falta. “Estoy siempre agradecida por tener una comunidad que me banca”, dijo Nahir en una entrevista para la televisión argentina. Añadió:
“No me sorprendió porque la gente sabe que soy una de las pocas youtubers de clase media/baja. Vivo con lo justo y el hecho de que me censuren las redes sociales es como si me estuvieran impidiendo trabajar. Por ende, si no trabajo no pago el alquiler”.

A cambio del apoyo de sus fans, Nahir se comprometió a producir “contenido de calidad y diariamente” en su canal de YouTube. En redes sociales, la petición abierta de dinero de una youtuber a sus seguidores generó polémica entre muchos usuarios, pero en la realidad no hay nada fuera de lo ordinario en su colecta online.

“Yo creo que se coparon porque les gusta mi contenido. Si no puedo pagar el alquiler e Internet, dejaría de publicar videos e historias. Y como la gente disfruta de mi contenido, me expresan su apoyo a través de donaciones”, dijo Nahir.

En la nueva economía del internet, una persona que se gana la vida como influencer o youtuber puede generar ingresos a través de las herramientas de monetización que ofrecen las plataformas. También pueden cobrar por contenido publicitario, al realizar convenios con clientes empresariales, y tampoco es rara la petición directa de transferencias y depósitos.

De igual manera, existen plataformas como OnlyFans o Patreon en las que un generador de contenido depende de la cantidad de suscriptores. A final de cuentas, se trata de un intercambio de bienes y servicios.

En los últimos años también se han popularizado diversas plataformas de recaudación (microfunding), como GoFundMe, en la que gente recurre a la sociedad en tiempos de crisis o para fondear proyectos independientes.

El debate ético más bien debería centrarse en el destino de esas contribuciones o si se están haciendo promesas que no se van a cumplir. Por ejemplo, si el influencer pide a sus millones de seguidores que le transfieran sus donaciones para comprar insumos médicos, y una semana después es sorprendido en el aeropuerto, a punto de abordar un viaje a París. En esos casos serían justificados los cuestionamientos.

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