Obras del estadio olímpico de Tokio-2020 marchan según lo planificado

Las obras del Estadio Olímpico de Tokio para los Juegos de 2020 marchan según lo planificado, después de la modificación del proyecto inicial y de dejar atrás los retrasos, divulgaron hoy los organizadores.

18 julio 2018 |

Las obras del Estadio Olímpico de Tokio para los Juegos de 2020 marchan según lo planificado, después de la modificación del proyecto inicial y de dejar atrás los retrasos, divulgaron hoy los organizadores.

Cuando faltan poco más de dos años para su inauguración en la ceremonia de apertura de la Olimpiada de verano, prevista para el 24 de julio de 2020, el comité organizador reveló este miércoles los progresos en la construcción del nuevo coliseo olímpico.

Los trabajos para edificar la instalación comenzaron a finales de 2016, y los obreros ya montaron la estructura del recinto y resta por instalar la cubierta externa, el techo que recubrirá las gradas, el terreno deportivo y los pasillos para el acceso del público, entre otros detalles.

Según el Consejo de Deportes de Japón, propietario del estadio, ya se completaron en torno a un 40 por ciento de las obras y todo avanza de acuerdo a lo planificado con vistas a acabarlas el 19 de noviembre de 2019.

El coliseo tiene una capacidad para 68 mil espectadores y la posibilidad de aumentar esa cifra a 80 mil aficionados con la instalación de gradas suplementarias, además, será la sede central de los Juegos Olímpicos, y se ubica en el mismo recinto que ocupaba el demolido estadio Nacional que acogió los Juegos de Tokio de 1964.

De acuerdo con los organizadores, el proyecto avanza a buen ritmo después de que el Gobierno de Japón y el comité organizador de Tokio-2020 decidieran en el 2015 revisar el diseño original de la instalación para recortar el presupuesto, tras un aluvión de críticas debido a su magnitud y el excesivo costo.

El extravagante diseño inicialmente seleccionado, de la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid, quedó descartado y reemplazado por otro del nipón Kengo Kuma, con un carácter más ecológico y adaptado a la tradición nipona y al entorno, lo que también provocó un retraso en su fecha de culminación.

Los techos y fachadas del nuevo estadio estarán cubiertos casi en su totalidad de madera, mientras que la parte visible del exterior tendrá terrazas escalonadas y jardines verticales y los aledaños estarán decorados con árboles, todo ello regado con agua reciclada.

El uso de esos materiales, unido a la apariencia del edificio pensada para favorecer la circulación del aire, ayudarán a la ventilación del estadio y a mitigar las altas temperaturas veraniegas habituales en la capital nipona -en los días de la Olimpiada rondan los 38 grados centígrados-.

Los organizadores, precisaron, además que unos dos mil trabajadores participan actualmente en las obras del estadio, cuyo presupuesto se ha fijado en 148 mil 900 millones de yenes (mil 316 millones de dólares).

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