Rusia vence a Egipto y acaricia los octavos

Salah, que jugó mermado, apenas pudo ayudar a los africanos, virtualmente eliminados

19 junio 2018 |

Después de golear a Arabia Saudí en el choque inaugural, el equipo anfitrión destrozó a Egipto, aplicado en el primer tiempo, un auténtico desastre en el segundo. Esta Rusia que llegó de puntillas a su Mundial está virtualmente clasificada para los octavos de final. Un logro que se le resistía desde 1986, representada entonces por el combinado de la Unión Soviética. Egipto dice prácticamente adiós al Mundial, pues solo un milagro permitiría su clasificación. Ha tenido la mala fortuna de no poder contar en plenitud de condiciones con su estrella Salah. Sin el faro del delantero del Liverpool, el conjunto dirigido por Cúper mostró sus virtudes en el primer acto, cuando, más o menos, maniató a Rusia, que no contó con la ayuda del emergente Golovin. Pero ya entonces se notó que Salah jugaba con una marcha menos. El goleador (44 tantos con el Liverpool en 52 choques) jamás se atrevió a encarar a un rival, temeroso de caer al césped y volver a lesionarse de su hombro.

A Salah le quedó el consuelo de hacer un gol de penalti, señalado por el VAR para corregir el error del colegiado paraguayo Cáceres. Poca cosa después de que Rusia hubiera bombardeado el área del país africano, el primero de su continente en jugar la fase final de un Mundial en 1934. El triunfo local se asentó en una jugada de suerte, cuando el infatigable Fathi desvió para su propia portería un disparo de Zorbnin. Después llegó una delicia del lateral Mario Fernandes, que se metió en el área para dar un medido pase a Cheryshev. El futbolista del Villarreal anotó su tercer gol en el torneo. Dzyuba, otro futbolista ruso en buena forma, se fabricó el tercero destrozando la línea defensiva de Egipto, el principal argumento de un equipo que, ahora, prácticamente dice adiós al Mundial, tocado por sus errores defensivos y la lesión de su estrella Salah.

Rusia, curiosamente, ofreció lo peor de su repertorio cuando dominaba en el marcador. Demostró que es un equipo con problemas defensivos por la lentitud de sus centrales, sin capacidad para mantener la posesión del balón y con algunos de sus mejores futbolistas, caso de Golovin, algo cascados en el aspecto físico. No son defectos que puedan poner demasiadas trabas, hasta el momento, al impecable torneo que están haciendo los locales. El trabajo de Cherchesov está dando sus frutos cuando pocos apostaban por un grupo que había ofrecido muchas dudas en su camino hasta este Mundial.

Ahora, tiene en su mano el primer puesto de su grupo, pues podría valerle un empate en el último partido del grupo ante Uruguay. Otra cuestión será su duelo de octavos, donde Portugal y España pueden asomar en su horizonte, con lo que todo se complicaría. De momento, Rusia vive momentos de gran felicidad. Es la primera vez que gana dos partidos en un Mundial. Y con su estrella, Dzagoev, lesionado en la primera jornada. Es el momento de soñar para los rusos.

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