Recep Tayyip Erdogan se mantiene en el poder en Turquía tras su victoria electoral

Controlará el país cinco años más. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan fue reelegido el domingo 28 de mayo. En el poder desde hace veinte años, Erdogan obtuvo el 52,1% de los votos, frente a su oponente el centroizquierdista Kemal Kiliçdaroglu, quien se llevó por su parte el 47,9%.

29 mayo 2023 |

Erdogan obtiene un nuevo mandato de cinco años, que añadirá a las dos décadas que ya lleva al frente de Turquía para convertirse en uno de los mandatarios que durante más tiempo ha dirigido el país y que más ha influido en su sociedad.

La victoria no fue tan amplia como esperaba el bando presidencial. En la sede del partido oficialista AKP, muchos partidarios de Erdogan pensaban recoger más del 60% de los votos. "Lo importante en fin de cuentas es que se ha logrado la victoria y que el presidente turco puede continuar la obra que empezó hace 20 años", dijo a RFI un miembro del AKP.

El presidente reelecto se mostraba eufórico tras conocer el resultado, entonando una popular canción ante sus seguidores. Dado que el resultado refleja la fuerte polarización que vive Turquía, el mandatario turco aseguró que su victoria es la de toda la nación.

Sin embargo, inmediatamente arremetió contra la oposición a la que acusó de ir de la mano de los terroristas y de querer imponer una agenda LGTBI+, y aseguró que los oponentes políticos encarcelados no saldrán de prisión mientras él gobierne.

La oposición ha reconocido su derrota que ha atribuido, en parte, a las injustas condiciones en que se ha llevado a cabo el proceso electoral dado el control que ejerce Erdogan en los medios de comunicación y las instituciones. Dirigentes como el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, han pedido a los seguidores de la oposición no perder la esperanza y no abandonar la lucha ya que en diez meses se la vuelven a jugar en los comicios municipales.

Enormes ventajas

El presidente ha ganado todas las elecciones nacionales desde que llegó al poder en 2002. En estos comicios, Recep Tayyip Erdogan tenía enormes ventajas sobre su oponente, como el control de los medios de comunicación, los recursos estatales y la capacidad de ofrecer subidas salariales o facturas de gas gratuitas, algo que hizo antes de las elecciones.

Varios factores, sin embargo, jugaron a favor de Kiliçdaroglu, según explica a RFI Samim Akgonül, director del departamento de estudios turcos de la Universidad de Estrasburgo, como la hiperinflación, que alcanzó el 40% en un año.

La lira turca ha perdido más de la mitad de su valor en dos años y esta semana alcanzó las 20 liras por dólar. Según datos oficiales, Ankara gastó 25.000 millones de dólares en un mes para sostenerla.

Además, las elecciones tuvieron lugar a pocos meses del terremoto que dejó 50.000 muertos y 3 millones de personas sin hogar. “Estos factores podrían haber barrido a cualquier régimen del mundo", dice Samim Akgonül. Pero en Turquía pasan a un segundo plano frente a temáticas ligadas a la identidad nacional y a la identidad religiosa. Recep Tayyip Erdogan fue capaz de convencer a la gente de que estar en contra de él era estar en contra del Estado”, detalla.

"Los derechos humanos pasarán a un segundo plano”

Erdogan enfrente a una serie de retos en su país. Una de sus prioridades será, sin duda, aliviar a una población agotada por la inflación. Otra es la reconstrucción de las regiones afectadas por el terremoto del 6 de febrero. El presidente ha prometido reconstruir lo antes posible 650.000 viviendas en las provincias afectadas. El coste total de los daños causados por la catástrofe supera los 100.000 millones de dólares.

Sus opositores temen nuevas amenazas para las libertades fundamentales. En su Informe Mundial 2022, Human Rights Watch estimó que Turquía había retrocedido varias décadas en materia de derechos humanos bajo su presidencia.

"Creo que va a empeorar", opina Samim Akgonül. "En 20 años en el poder, todo el aparato del Estado ha hecho la voluntad de Recep Tayyip Erdogan. El Estado hizo campaña para su reelección. Valores como los derechos humanos, el Estado de derecho y la democracia participativa pasarán realmente a un segundo plano”.

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