Los mecanismos de tortura gubernamental preocupan a la comunidad internacional

Llaman la atención sobre las situaciones en Venezuela, Nicaragua y México

26 junio 2018 |

Frente a la celebración del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, manifestó que “la erradicación de la tortura solo se puede lograr a través de un esfuerzo global y una estrategia común”. Llaman la atención sobre las situaciones en Venezuela, Nicaragua y México.

El 26 de junio se conmemora la fecha en la que entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, en 1987. A través de esta Convención se buscó que los Estados adheridos a la misma y los miembros de las Naciones Unidas juntaran esfuerzos para hacer más eficaz la lucha contra la tortura y los tratos degradantes en todo el mundo.

Pese a que el Derecho Internacional prohíbe absolutamente el uso de la tortura en todo momento y en cualquier circunstancia, con el aniversario de los 70 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos, se hace visible la preocupación de la comunidad internacional por la persistencia de los mecanismos de tortura y su implementación generalizada a escala global.

América y la represión de los gobiernos

Según el Informe de Amnistía Internacional sobre la Situación de los Derechos Humanos en el Mundo (2017-2018), la región de América actualmente se caracteriza por altos niveles de violencia, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias, con una persecución especial a defensores de Derechos Humanos. “En lugar de emplear los Derechos Humanos como una forma de lograr un futuro más justo y sostenible, muchos gobiernos volvieron a recurrir a tácticas represivas”, haciendo uso indebido de las fuerzas de seguridad y de los sistemas de justicia para silenciar las disidencias y las críticas, permitiendo la impunidad en el uso generalizado de la tortura.

Asimismo, creció la desconfianza hacia las autoridades e instituciones nacionales, como en el caso venezolano manifestado en los bajos niveles de participación en las elecciones, o en Nicaragua y México debido el uso excesivo de la violencia por parte de las fuerzas de seguridad de estos países. En Colombia, el informe alertó sobre la persecución a líderes sociales, especialmente de pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes.

África y la persecución a la oposición

En África, los diversos conflictos “se caracterizaron en general por graves violaciones de Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario, incluidos actos que constituían crímenes de lesa humanidad”. En esta medida, se hicieron evidentes la intolerancia a las disidencias pacíficas, las detenciones masivas de manifestantes y el uso excesivo de la fuerza. Por ejemplo, el gobierno de Sudán junto con sus fuerzas de seguridad “intensificaron la persecución de miembros de partidos políticos de oposición, sindicalistas y defensores de los derechos humanos y estudiantes, que sufrieron detenciones y reclusiones arbitrarias por cargos falsos”, de acuerdo con el informe.

Medio Oriente, abusos hacia la población civil

En Oriente Medio y el Norte de África, los grupos armados y gobiernos atacaron, por igual, la libertad de religión o de creencias en 2017 y lo que va del 2018. Grupos armados como el Estado Islámico (EI) atacaron a minorías religiosas y a la población civil en Irak y Siria. Por su parte, el Gobierno Sirio tiene en sus centros de detención al menos 140.000 presos que son víctimas de torturas y otros abusos en las cárceles, según un informe publicado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Frente a esto y en la conmemoración del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, la Unión Europea reitera su llamamiento para una amplia ratificación y aplicación efectiva de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y su Protocolo Facultativo, y advierte que "seguirá luchando para prevenir y erradicar la tortura en todo el mundo y reparar el daño infligido a las víctimas y sobrevivientes de la tortura".

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