Una crisis de fertilizantes en Europa amenaza con poner el precio de los alimentos por las nubes

Dos importantes compañías en Europa anuncian parones en la producción

17 septiembre 2021 |

El precio del gas, electricidad y petróleo está provocando una fuerte crisis entre los fabricantes europeos de fertilizantes. Dos grandes compañías han recortado la producción al no poder asumir los costes con las tarifas energéticas tan elevadas. La situación amenaza a la industria alimentaria al aumentar el riesgo de falta de suministros y precios más caros en los productos químicos, que tarde o temprano se trasladarán al cliente.

Primero fue la estadounidense CF Industries en hacer saltar las alarmas en la industria de fertilizantes. Ayer anunciaron el cierre de dos plantas en Reino Unido aludiendo al alto precio del gas. Y hoy ha sido otra importante compañía. La noruega Yara, especializada en producción de amoniaco, y con un volumen de facturación de más de 11.000 millones de dólares, ha anunciado, en un comunicado, que recortará un 40% su capacidad de producción en Europa "por los precios récord del gas natural". La compañía dice que sus márgenes se están viendo afectados por esta circunstancia.

Ayer los expertos esperaban una reacción en cadena con más compañías tomando la misma decisión. CF produce principalmente nitrato de amonio en las fábricas afectadas. "El mercado leerá el mensaje como que es probable que cierren otros productores europeos, y los precios del nitrógeno seguirán aumentando debido a la escasez de oferta", explicaba ayer Alexis Maxwell, analista de Bloomberg Intelligence.

El mercado de amoniaco para alimentos correrá la misma suerte. Una decisión así solo la toma una compañía cuando producir con elevados costes ocasiona grandes pérdidas. Yara comercializa alrededor de un tercio del amoníaco del mundo, que se utiliza en fertilizantes, pero también se utiliza en industrias como la automotriz, textil, sanitaria y cosmética. La compañía produce amoniaco en Europa en plantas en los Países Bajos, Alemania, Noruega, Italia, Francia, Reino Unido y Bélgica.

Los precios de los principales fertilizantes a nivel mundial ya estaban muy altos por la buena cosecha del año pasado y se han disparado tras el paso del huracán Ida en Nueva Orleans. El fosfato de diamonio, o DAP, subió al nivel más alto desde 2008 y la urea, que se basa en nitrógeno, también se dispararon, informa Bloomberg.

Una escalada en los precios de los fertilizantes o la falta de oferta supone una amenaza para la industria alimentaria y la economía en general. Supone un impacto directo para el rendimiento de los cultivos, pero también para los alimentos que necesitan elaboración. Por ejemplo, muchos fertilizantes son necesarios para la producción de dióxido de carbono, que es vital para la industria cárnica y de cervezas. Las empresas de cerveza y refrescos dependen del CO2 para proporcionar efervescencia a las bebidas, mientras que la industria cárnica utiliza CO2 para aturdir al ganado antes del sacrificio. También para alargar el periodo de consumo con el empaquetado de algunos productos perecederos como las ensaladas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) ha denunciado "aumentos considerables" en las cotizaciones internacionales del azúcar, trigo, carne y los aceites vegetales, productos básicos que afectan a cualquier rincón del planeta.

En Francia, los altos precios de la energía están creando "presión inflacionaria sobre todos los costes" que terminarán traspasándose a los clientes, dice Pascal Leroy, vicepresidente de Roquette Freres , una empresa de procesamiento de alimentos con sede en el norte de Francia. Y el principal productor de azúcar de Francia, Tereos, advierte sobre el aumento de los precios del gas natural que elevan los costos de producción para la empresa "tremendamente".

El índice de precios de alimentos básicos de la FAO desde hace meses está ofreciendo datos más que preocupantes. El precio del azúcar aumentó un 9,6% mensual en agosto, pero desde el año pasado se ha encarecido un 48%. Los cereales suben un 3,4% respecto a julio, pero un 31% desde el año pasado. El precio de la carne crece a un ritmo anual superior al 20%. La FAO alude a numerosos problemas para explicar el encarecimiento de los alimentos desde origen como sequías o inundaciones en ciertos países

"No nos sorprendería ver más producción de nitrógeno y productos químicos en Europa inactiva en los próximos días hasta que los precios del gas se moderen", advierte Joel Jackson, analista de BMO Capital Markets. El alza o la falta de disposición de los fertilizantes puede agravar la situación en el sector alimentario. Los agricultores ya soportan un fuerte incremento de costes por el transporte y la falta de mano de obra, a lo que habría que añadir también los productos químicos que se utilizan en las cosechas.

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