Última ronda de candidatos presidenciales en Chile

El último round de debates frontales entre los candidatos presidenciales de Chile, dejó sabor a poco con un debate atropellado por constantes interrupciones de los presentadores.

12 diciembre 2017 |

Algo más de una hora pareció insuficiente para evacuar dudas del electorado entre los programas del senador centroizquierdista Alejandro Guillier y el exmandatario conservador Sebastián Piñera, quienes irán al balotaje el domingo.

El debate fue organizado por la Asociación Nacional de Televisión (Anatel) y si bien contó con la conducción de varios de los analistas de espacios políticos del país austral, las propias reglas hicieron accidentado el programa.

Más locuaz, Piñera defendió sus postulados bajo su promesa de campaña, Un Chile Mejor, mientras su contrincante, de formación periodista, intentó adelantar la continuidad en las reformas del actual Gobierno aunque con cambios hacia un nivel superior.

El magnate no se salió de su libreto de desbarrar acerca de toda la gestión de cuatro años de su sucesora, Michelle Bachelet, aunque fue menos incisivo y se mostró hasta contemporizador con su contrincante.

Las diferencias respecto al crucial tema de la educación volvieron a aflorar. En este punto fue la oportunidad de mencionar el cambiante discurso de Piñera, quien era enemigo de la gratuidad completa y ahora la defiende.

Igual, los periodistas atacaron el flanco de frases de Guillier en el cual lo hacen aparecer como enemigo de los empresarios, casi todos en las filas de la centroderecha y abiertos críticos del legislador.

El desliz o globo de ensayo de Piñera, quien hace una semana acusó de boletas marcadas previamente en un presunto fraude en la primera vuelta, terminó en un sainete de circunloquios en el que terminó aplaudiendo el sistema electoral chileno.

Uno de los mayores contrapunteos llegó con la situación transgénero en niños y adolescentes, que en una sociedad altamente conservadora como la chilena es muy sensible. Piñera corrigió su afirmación anterior de que era un problema que se arreglaba con los años y ahora subrayó lo mismo pero con supervisión médica, psicológica y con ayuda de los padres.

A su turno, Guillier declaró que son temas complejos que la sociedad debe abordar desde los primeros años de vida de los infantes, al tiempo que defendió la implementación de la ley de aborto en tres causales, la cual no acepta su contendiente.

De 14 millones de ciudadanos con derecho al sufragio, apenas unos 6,5 millones de personas acudieron a las urnas en la primera vuelta.

Según corrientes de la centroizquierda, el abstencionismo pudiera favorecer a Piñera, quien goza de una tremenda maquinaria de medios y adherentes a partir de su notable poderío económico.

Queda claro a primera vista, que toda la centroderecha ha cerrado filas para blindar la candidatura del multimillonario, pero sabe a poco. El peligro es una eventual unidad de la centroizquierda que daría a Guillier el 55% de apoyos.

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