Panamá escala en cruzada liderada por EE.UU. contra Venezuela

El gobierno de Panamá, subordinado a la cruzada antibolivariana liderada por Estados Unidos, anunció oficialmente la retirada de las credenciales al embajador Jorge Durán y 14 funcionarios de la sede.

25 marzo 2019 |

El gobierno de Panamá, subordinado a la cruzada antibolivariana liderada por Estados Unidos, anunció oficialmente la retirada de las credenciales al embajador Jorge Durán y 14 funcionarios de la sede.

La nota de la Cancillería señaló que se les permitirá continuar en la representación a los diplomáticos 'de carrera y quienes atienden los asuntos consulares', en lo que observadores consideraron que es un intento de dividir al personal de la legación leal al presidente Nicolás Maduro.

El texto no informó sobre quiénes son los funcionarios y al responder la consulta de Prensa Latina, una vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores (Mire) afirmó que la lista 'hasta el momento no se contempla' publicarla.

La fuente insistió a periodistas que a Durán se le retiraron sus credenciales cuando el 18 de marzo el mandatario panameño, Juan Carlos Varela, 'en un acto simbólico' recibió a la diplomática designada por el golpista Juan Guaidó.

Pero Varela llamó al embajador de Venezuela antes de lo que analistas consideraron un show publicitario, para reiterarle que se mantenían las relaciones con el gobierno de Maduro, con el interés de la atención consular, entre otras funciones, informó a la prensa el propio diplomático, sin que fuese desmentido oficialmente.

La nueva medida la justificaron con la detención en Caracas de Roberto Marrero acusado de pertenecer a una célula terrorista, pero las autoridades istmeñas la consideran 'arbitraria', en defensa de quien integra la facción opositora que Panamá reconoce como gobierno venezolano interino.

No obstante, algunas fuentes llamaron la atención de que el hecho se produjo tras el reciente encuentro de Varela con su homólogo colombiano, Ivan Duque, punta de lanza en la región de la ofensiva estadounidense contra la Revolución Bolivariana y, por tanto, la acción es vista como parte del cerco diplomático contra ese país.

En tanto, el diplomático señaló que informaron a la comunidad venezolana residente que 'seguiremos dándole las atenciones en horarios acostumbrados, siempre y cuando situaciones sobrevenidas no pongan en riesgo las instalaciones, bienes del Estado y al personal que aquí labora'.

Además, aseguró que las decisiones adoptadas por el Gobierno de Panamá serán acatadas en los términos anunciados.

Fuentes que solicitaron el anonimato dijeron a Prensa Latina que para el lunes la oposición venezolana radicada en esta capital programa la 'toma' de las instalaciones de la Embajada de Venezuela, lo que pudiera generar actos violentos como los ocurridos en similar intento en Estados Unidos.

Antes, un medio impreso y digital perteneciente a ese mismo grupo anunció que después del reconocimiento de 'su embajadora', el siguiente paso sería posicionarse del inmueble de la sede, lo que sucedería tras 'el anuncio oficial de Cancillería Panamá', el cual ocurrió el 18 de marzo.

Al mismo tiempo de los episodios de enfrentamientos verbales, la Federación de Kárate de Venezuela denunció que, a pesar de varios esfuerzos, no le otorgaron el visado a su equipo que debió competir aquí del 18 de marzo pasado hasta hoy, en un torneo panamericano de la disciplina, clasificatorio para los juegos regionales de Lima, Perú.

En medios diplomáticos y periodísticos de esta capital se especula que, de romperse totalmente las relaciones con el gobierno bolivariano, decenas de miles de venezolanos residentes en Panamá no tendrían atención consular, además de que se cortarían los vínculos comerciales, con serias afectaciones para la Zona Libre de Colón y la aerolínea panameña Copa.

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